martes, 20 de octubre de 2015

8 razones para amar a Miley Cyrus


Es automático: pronuncias las palabras "Miley Cyrus" y la mayoría te hace una mueca aún más terrible que las de la aludida.

Me pregunté por qué este personaje provoca tanto rechazo y la única respuesta que obtuve es: ni idea.

¿Qué tiene esta chica que incluso repugna a según quién? No lo sé porque el tema de la higiene parece llevarlo bastante bien. Entonces, ¿qué pasa? ¿Quizá es por sus actuaciones sobre el escenario, como la de los VMA del 2013?

"Uf, qué mal gusto. Qué horror, con esa lengua siempre fuera. Qué asco."

¿Estoy leyendo pensamientos? No, estos comentarios son los que he escuchado sobre esta cantante una y otra vez. Con esas sentencias empiezo la lista con los ocho motivos por los que me encanta Miley Cyrus.

1-Utiliza el mal gusto de manera consciente
En un mundo donde parece que las cantantes y las actrices deben adornar portadas y pantallas antes que cantar o actuar, Miley disgusta a los que tienen ese horrendo patrón en la cabeza.

Gamberrea, se niega a ser un objeto sexual. Se exhibe porque le apetece. Hace lo que le da la gana, en definitiva. Y, al que no le guste, que no mire. Sólo por eso ya se merece todo mi respeto.

2-Es un ejemplo de confianza en una misma
¿Miley es guapa? ¿Miley es fea? ¿Qué más da eso cuando ella se muestra como quiere y cuando quiere? Es dueña de su propio cuerpo. Al contrario de lo que se pueda pensar, no posa sin ropa para satisfacer las fantasías de los demás. Si fuera así, no se hablaría de "polémica" o "controversia" cuando lo hace.

¿Cuántas adolescentes, cuántas mujeres viven y mueren por un ideal de belleza estúpido e insano? Muchas, porque eso es lo habitual, lo normal. Miley no muestra ningún respeto a la objetivización de la mujer y por eso disgusta tanto y es "polémica". Mantiene una actitud que, al contrario de lo que piensan muchos, beneficia la autoestima de muchas chicas.

3-Es inteligente
El anterior punto nos lleva a este otro. ¿Qué es lo que convierte a Miley Cyrus en una figura polémica? Su inteligencia, el hecho de ser una súper estrella desde bien pequeña y no haberse convertido en una cretina pagada de sí misma o, peor aún, un juguete roto. Es abierta de mente, se declara pansexual y no va por ahí crticando a compañeros de profesión, sino que colabora con ellos. Todo esto con sólo 22 años.

4-Canta bien
Éste debería haber sido el motivo número uno porque se trata de una cantante. Por desgracia, lo que más se conoce de Miley Cyrus no es su talento, sino lo que hace o dice fuera del escenario. Es cantante y además canta muy bien.

5-No es esclava de su pasado
Sus fans echan de menos a Hannah Montana, a la "Miley del pasado". ¿Hannah Montana? ¿Dónde está? Miley Cyrus lo confirma: Hanna Montana está muerta, "fue asesinada".

6-Tiene conciencia social
Se declara abiertamente feminista y realiza acciones reales por los derechos LGTB. Su fundación Happy Hippies trabaja para ayudar a los jóvenes LGTB que no tienen casa.

7-Adora a los animales
Es vegana, critica actos de crueldad animal como la matanza contra los lobos. Ama a sus perros, a sus gallinas y a su cerdo.

8-Es divertida
Tiene sentido del humor y lo explota. Sólo hay que echar un vistazo a su Instagram.

Los años no borrarán a Miley Cyrus. Será recordada como talentosa e irreverente. O quizás no, estas cosas nunca se saben.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Sabadell no tiene mala pell


Un estudio avalado por la universidad de Onionpower, en Whatever (FYI) lo ha demostrado: los sabadellenses no tienen "mala pell" (mala piel, en castellano).

Como yo soy de Sabadell, me he inventado el estudio y la universidad pero en lo importante no miento: el dicho popular "Sabadell, mala pell" no tiene aplicación en la realidad.

Lo de que tenemos "mala pell" viene de un papa cristiano que nos la juró a los de Sabadell y a los de Terrassa (Terrassa, mala raça). Creíamos que los de Sabadell y los de Terrassa nos insultábamos solitos mutuamente y no: fue la iglesia. Hay más versiones sobre los dichos pero, como creo en la paz entre los pueblos, me quedo con ésta.

¿Qué es una buena piel? Una piel fuerte, tensa. ¡Ésa es la piel que tenemos los sabadellenses! Podemos presumir de ser unos seres con la piel muy, muy dura porque, a pesar de ser de la ciudad que vio nacer a Sergio Dalma, Dani Pedrosa, Albert Pla y David Meca (sí, he puesto a los cuatro en la misma frase), sufrimos mucho.

No os dejéis engañar por la belleza de nuestros grafitis y la mala leche de nuestros cisnes en el Parc Catalunya. Por culpa de la corrupción política, se nos ha llamado la Marbella catalana. Hemos aguantado muchos chanchullos, cientos de "qué hay de lo mío", robos a la caja pública y poses de mafioso en personajes supuestamente respetables.

Sin embargo, no me quiero poner dramática. Los sabadellenses somos los espartanos del Vallès Occidental. Tenemos barrios que harían temblar a la gente del Bronx.

Soportamos obras eternas con la cabeza alta: en la Gran Via, en la Plaça Espanya (aquí llevan levantando cascotes casi veinte años), en el centro...

Ay, las obras del centro. Teníamos un paseo precioso y nos lo han cambiado por una extensión gris decorada con máquinas excavadoras.

Hemos tenido de alcalde a Antoni Farrés, una figura elevada, tanto física como históricamente. Y va, y le homenajeamos con una estatua casi perdida por el Parc Catalunya (el parque de los cisnes furiosos) que parece un moái.

Que no, que los de Sabadell no tenemos mala piel. Nuestra piel resiste lo que sea y es elástica porque nos rebota todo.

sábado, 10 de octubre de 2015

Se le ven las tripas


-Se le ven a usted las tripas.
-¿La tripa?
-No, las tripas. Le veo las entrañas.

Uf, ¡qué vergüenza le dio! Se agachó a recoger los intestinos, el páncreas... Hasta la vesícula parecía a punto de caerse.

-Cuánto lo siento. Disculpe.

-No se apure tanto. No es culpa suya.

Las prisas le pellizcaban y no lograba poner nada en su sitio. La presión no le permitía ni respirar.

-Espere. En realidad sí es culpa suya. Es su agobio lo que ha causado este caos, ¿no? Pues usted es la única persona responsable de sus consecuencias, ea.

Se hubiera ruborizado hasta la nuca si no fuera porque estaba perdiendo litros de sangre. Tenía razón.

Por mucho que hiciera, nada le parecía suficiente.
"Podría haber quedado mucho mejor, menuda chapuza he perpetrado."
"¿Ésto es todo lo que he conseguido hoy?"
"No logro nada."
"¿Cómo puedo ser tan horrible?"
"¿Sólo he llegado hasta aquí?"

Hasta ahora se había fustigado tanto, había corrido tanto que se había quedado sin resuello, sin energía y sin autoestima. Era lógico que se le vieran las tripas. Lo raro es que no las hubiera sacado por la boca.

Ahora debía cambiar de estrategia.

-Me tomaré mi tiempo y lo pondré todo en su sitio.

Se fundió en un abrazo propio y calmado. Acomodó cada pieza con mimo. Aprovechó para hacer limpieza y tiró un poco de bilis. Al final, todo quedó más equilibrado que antes.

-No sé por qué se ha tenido que atormentar tanto, con el buen fondo que tiene. En serio, lo veo desde aquí. Tiene usted muy buen fondo.

No supo si tomarlo como un cumplido o es que la hora de cenar se aproximaba peligrosamente.