Ni siquiera le hizo falta salir de la arena del desierto. La vida no es fácil cuando te persiguen criptozoólogos de todo el mundo y no sabes en qué extremo tienes la cabeza y en cuál tienes el culo, así que decidió emigrar.
Su viaje fue subterráneo, como el de Bugs Bunny cuando recorre bajo tierra su camino a la madriguera, sólo que él asomó la cabeza o el culo en Lleida, capital de Lleida.
Le gustaron el sol y el río. Los habitantes de la ciudad simpatizaron con él por su talento para masacrar mosquitos con sus corrientes eléctricas. Incluso llegó a lucir camisa los domingos para pasear por el centro histórico.
Le llamaban Gema, por lo de abreviar a GMM. Y ya está. No hubo conflicto entre gusano y humanos. Además, él también adoraba las degustaciones de caracoles en las ocasiones especiales.
Su viaje fue subterráneo, como el de Bugs Bunny cuando recorre bajo tierra su camino a la madriguera, sólo que él asomó la cabeza o el culo en Lleida, capital de Lleida.
Le gustaron el sol y el río. Los habitantes de la ciudad simpatizaron con él por su talento para masacrar mosquitos con sus corrientes eléctricas. Incluso llegó a lucir camisa los domingos para pasear por el centro histórico.
Le llamaban Gema, por lo de abreviar a GMM. Y ya está. No hubo conflicto entre gusano y humanos. Además, él también adoraba las degustaciones de caracoles en las ocasiones especiales.
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