viernes, 13 de febrero de 2015
Por su salud, suba las escaleras
-Je, je. ¿Ha visto usted “El ángel exterminador”?
-No.
-¿No? Pues es toda una ironía.
Dos desconocidos en un ascensor que mediaron palabra después de un buen rato es una buena excusa para una historia. No hablaron del tiempo, ni de noticias escabrosas. Tampoco discutieron por qué ninguno quería salir del ascensor. Únicamente se mencionó la película de Buñuel.
Otras personas los miraban y, al instante, sus ojos huían de ellos. Ellos también huían pero de otras cosas. Se sonreían, nerviosos, ante la frontera invisible de la puerta automática abierta y atrancada.
Sin embargo, no había inquietud ante las miradas furtivas. Estaban demasiado concentrados. Concebían una especie de excitación infantil, como al gritar “¡salve!” cuando se juega al escondite. Un ratito más, suplicaban en su interior.
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Uys yo ese problema no lo tengo xDD eso de vivir a pie de calle no me da conversaciones de ascensor! Pero eso sí, vecinos siempre hay en la calle!!
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