martes, 31 de marzo de 2015

Donde viven los príncipes azules

 

Cada vez que alguien deja de creer en los príncipes azules, en alguna parte cae muerto uno de ellos. Por eso van quedando tan pocos.

¿Qué es un príncipe azul? Cada uno tiene su propia definición: un personaje de cuento, el hombre ideal, una trampa, una quimera.

Yo lo veo más como un gamusino: muchos lo buscan, pocos lo encuentran.

Pobres príncipes azules. Esperan en sus palacios dorados siendo soñados por miles de seres de éste y otros mundos.

Sin embargo, ellos andan a la caza de príncipes y princesas. Mientras se acicalan el cabello, cabalgan en su corcel y buscan dragones inocentes a los que asesinar, sólo piensan en casarse con alguien de su rango.

Plebeyas y plebeyos los acechan y ellos, hasta ahora, los esquivaban. Pero quedan tan pocos... Ya no les funciona la endogamia.

Las princesas perfectas languidecen perfectas como estatuas rosadas y los demás príncipes azules andan igualmente desorientados. Todos como mulas en un garaje pero con glamur.

Así que, cuando se muestran ante los plebeyos y plebeyas que tanto los ansían, éstos ni los ven. Agitan sus capas, sus manos. Dejan caer su mejor guiño real pero nada, no reaccionan.

Qué lástima. Es que son tan aburridos.

Para acabarlo de arreglar, a las personas que se creen corrientes lo que les interesan son el resto de personas que se creen corrientes. También quedan pocas personas corrientes.

Las personas corrientes y los príncipes azules están en peligro de extinción.

Vivimos en un mundo bastante afortunado.

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