martes, 10 de marzo de 2015

Flap, flap


A la mujer que vuela se la ha visto echando la siesta en la playa de Soka, en Bali. Los rumores apuntan a que un satélite fotográfico ha tomado imágenes.

La mujer que vuela intentó desaparecer tras la entrevista en la que declaró que ella no es "una mujer voladora. Soy una mujer que vuela, que respira, que piensa. Las mujeres que caminan no son mujeres andarinas. Es absurdo. Puedo hacer mucho más aparte de volar."

Tras verse presionada por patrocinios de empresas multinacionales para que luciera capas con sus logos, admitió sentirse "humillada".

"Desde pequeña, sólo esperaban que volara. Era lo único que me pedían. Nadie quiso que jugara, que estudiara o que incluso hablara. Era la niña voladora y eso no volverá a suceder."

Su fama alcanzó cotas estratosféricas. Hubo admiradores que pidieron que se la declarara "La Octava Maravilla de la Humanidad".

El interés por la mujer que se ponía de puntillas y se elevaba suavemente como una semilla en primavera volvió loco al mundo. Lo cierto es que pudo volverla loca a ella también pero decidió apartarse del público "a tiempo, para no volver".

La mujer que vuela aún puede deslizarse por los cielos, contemplar su reflejo en lagos y mares a cientos de metros sobre el suelo. Ahora puede hacerlo libremente. A día de hoy, ninguna agencia ni ningún medio de comunicación se ha interesado por las fotos de su siesta en Bali.

1 comentario:

  1. Quién pudiese ser esa mujer voladora y poder escapar de esos malos días que tenemos todos, aunque sólo fuese un tiempo...

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